Mente infinita que te regocijas y te expandes a los extremos o en las alturas,
tienes el don de un niño inquieto que juega e imagina. Súbete en tu avión, recorre lugares y tiempos, visita personajes de tu creación y cuenta sus historias. Los demás quieres escuchar.
Hoy paso la noche frente a tu puerto, al que tantas veces visite bajé velas y anclas para mantenerme en la quietud del mar, Hoy no llegaré a ti, tampoco tu a mí, solamente los recuerdos.
Puedo ver cercana tu playa de blanca arena, donde sentada esperabas, La fresca brisa marina me acompaña esta cálida noche con ella brindo tomando el vino que tantas veces nos embriago.
Llegan momentos en que no se puede más, ya no es posible tanta soledad al borde de una locura, necesito alguien ahora, qué más da si es con la primera en pasar y sea buena, o la mala que en la esquina está.
Le pensaran cuando muere en la lejanía? Cuando nosotros para él ya somos ausencia.
Suspendido en forma de aire en todos los rincones convertido en viento cuando lo desee en cualquier momento. Entonces su estado de ánimo lo regirá su fuerza para así expresarlo.
Caminamos pisando distintos senderos hasta cruzar en cierto punto los caminos porque, aun siendo diferentes, siempre han formado parte de un mismo suelo.
Respiramos a desiguales ritmos, pero no deja de ser el mismo aire que nos provee de oxígeno y despeina los cabellos.
Hoy me desperté sin muchas ganas, ganas de que? tampoco lo se. Me senté al borde de la cama y puse en el piso frio mis pies.
Les deje a mis penas las pantuflas les cedi la bata y al baño las mandé que se dieran una buena ducha para imaginar que así las purifique.
Casi dormido a la pecera mire todavía allí estaba sin haberse marchado la sirena azul que en el mar yo capture. Nadaba desnuda sin sentir la pena de las miradas que le brinde .